La pandemia mundial ha desplazado el centro de atención de los consumidores de nutrición funcional de los beneficios para el rendimiento, como la energía, a la salud inmunitaria, ya que los consumidores buscan formas de reforzar la resistencia de su organismo contra el COVID-19. Aunque la ciencia en la que se basa el refuerzo de la nutrición para aumentar la inmunidad no está bien establecida, el interés de los consumidores es fuerte y creciente. Más de un tercio de los consumidores mundiales encuestados afirman estar más preocupados por la salud inmunitaria en 2020 que en 2019. La ansiedad provocada por la COVID-19 ha empujado a los consumidores a buscar productos que refuercen su salud inmunitaria. Un alto porcentaje de consumidores, encabezados por los de Asia y América Latina, se están informando sobre ingredientes y procedimientos que pueden reforzar su salud inmunitaria.
Los fabricantes se enfrentan a la presión de comercializar los beneficios inmunológicos de sus productos de forma clara, creíble y fundamentada. Aunque los consumidores están de acuerdo en que una dieta sana puede reforzar la inmunidad frente a enfermedades y dolencias, no están tan seguros de que los alimentos funcionales para la inmunidad sean eficaces. En Francia, por ejemplo, sólo una cuarta parte de los encuestados cree que los alimentos funcionales tienen relación con la inmunidad. A medida que la investigación se ponga al día con la tendencia, los fabricantes tendrán más pruebas de que sus productos funcionan.
Asia y América Latina pueden ser las mejores regiones para el lanzamiento de nuevos productos. Allí, un alto porcentaje de consumidores se preocupa por la salud inmunitaria, cree en la relación entre los productos funcionales y la inmunidad, y percibe que los productos para la salud inmunitaria son eficaces. En Indonesia, por ejemplo, aunque los residentes están muy interesados en reforzar su inmunidad, la tasa de crecimiento de los productos con beneficios inmunológicos es particularmente baja.
Actualmente, los beneficios para la salud inmunitaria se concentran en varias categorías: productos deportivos, bebidas sin alcohol, alimentos y bebidas para bebés y niños, y suplementos. Los usuarios de productos de nutrición deportiva buscan un mejor rendimiento en todos los aspectos de su vida, y los productos deportivos con alegaciones de salud inmunológica están creciendo rápidamente. Dentro de los refrescos, bebidas fermentadas como la kombucha presumen de ser inmunosaludables. Los productos para lactantes y niños pequeños se centran en ingredientes para la salud intestinal, concretamente cultivos bacterianos probióticos y fibras prebióticas, que ayudan a reforzar el sistema inmunitario: el intestino es una fuente principal de protección contra organismos nocivos.
Lácteos es una categoría a tener en cuenta. La penetración de las declaraciones de salud inmunitaria es baja, pero el crecimiento es sólido en los productos lácteos fermentados y las alternativas lácteas, incluidos los yogures para cuchara y las bebidas de yogur. A medida que los consumidores buscan formas de mantenerse sanos reforzando su sistema inmunitario, es probable que se sientan atraídos por los beneficios duales para la salud intestinal y la salud inmunitaria de esta categoría.
Ingredientes y sabores sencillos. Más de la mitad de los encuestados eligen la miel como un sabor que incrementa la inmunidad, seguido del jengibre, las verduras, el té y la cúrcuma.
«COVID-19 – Impacto en la salud del consumidor» es un nuevo informe de Consumidor Insider de Innova Market Insights, que reúne estudios sobre consumidores, tamaños de mercado, análisis de empresas y una revisión de las nuevas tendencias de los productos y actividad para demostrar cómo ha ido cambiando el panorama y sugerir dónde pueden encontrarse las oportunidades futuras.
